Así lo afirmó el Arquitecto argentino Marcelo Vila, profesor de la Universidad de Buenos Aires y fundador y director del Programa “SOS Ciudades”.
El Programa “SOS Ciudades” reúne una red de universidades de Sudamérica, que se traduce en unas 50 facultades de arquitectura de diferentes países de la región, que envían a profesores y alumnos durante una semana a una ciudad designada para hacer proyectos y donarlos a la ciudad. Una vez por año visitan una ciudad, desde hace 18 años, para dar soluciones posibles a una serie de pautas y potencialidades que las autoridades locales presentan, y se las entregan al gobierno provincial.
En este marco, la ciudad elegida este año es San Juan, porque tiene un desafío enorme que es la potencialidad que le da el Corredor Bioceánico Central y el rol protagónico que tendrá la provincia en términos nacionales a partir de la apertura del Túnel de Agua Negra.
¿Sobre qué diagnóstico de San Juan trabajan?
San Juan ha tenido un rol en términos históricos a espaldas a Buenos Aires, donde están concentrados los roles nacionales protagónicos. En términos geopolíticos, Buenos Aires -que operó como puerto de salida para Europa por el Atlántico- hoy tiene disputa con la tensión que se produce en el Pacífico. A partir de ésto, las ciudades argentinas que están sobre Los Andes y las ciudades chilenas que dan al Pacífico tienen un rol protagónico por el fenómeno de la irrupción de China como primer potencia mundial. Entonces San Juan, ciudad cordillerana que estaba de espalda a Buenos Aires, puede empezar a tener un rol protagónico en el futuro en las relaciones productivas y económicas que tiene el país y la región. En esta condición, están tres corredores discutiéndose (corredores se le llama a la posibilidad de vincular los dos océanos y que las materias primas que antes salían por el Atlántico, hoy salgan por el Pacífico). Uno en el Amazonas, el segundo es uno que une Santos en Brasil con Perú, y el del Sur se lo disputan San Juan y Mendoza. San Juan, con muchas oportunidades y valores agregados, porque vinculan tres países: Brasil, Argentina y Chile, y porque la obra de infraestructura es breve: de 13 kilómetros. Y una serie de condiciones que hacen poner a San Juan como la puerta sur de Sudamérica hacia el mundo. Los ciudadanos a esto lo imaginan pero no manejan en términos reales cómo puede modificarse esta provincia cuando esto suceda.
¿Y ante este escenario cómo se debe proceder?
Lo que hay que hacer es anticiparse. El Túnel de Agua Negra está en discusión, ojalá se haga, es simplemente un túnel de 13 km. Cuando eso suceda, va a ser el primer Corredor Bioceánico efectivo de todo Sudamérica. Hoy funciona que la mercadería que sale del Atlántico y quiere ir al Pacífico, va por el Canal de Panamá. Abrir este Túnel, sería abrir un Canal de Panamá que pase por San Juan. O sea, el rol de la provincia a nivel nacional sería ser un Canal de Panamá de todos los productos que salen y entran hacia Asia. Anticiparse sería entender que definitivamente la estructura urbana de San Juan cambiaría un montón. Uno lo que tiene que imaginar son algunas cuestiones urbanas que traccionarán la ciudad para un lado y no para otro, previendo situaciones básicas que la ciudad tiene que resolver, como un un bypass de la Ruta 40, que pasa por adentro de San Juan, hacia la Cordillera o hacia el área productiva, es decir, hacia el este o el oeste.
¿Qué desafío tenemos comos sanjuaninos?
Hay una cosa que tienen las ciudades que es definirse a sí mismas, nombrarse. Las ciudades más exitosas en términos globales, son las que han tenido esa capacidad de saber quiénes son. Cuando vine acá, sentí que no había un nombrarse: no estaba claro si lo que nombra a San Juan es el vino, el desierto, la minería, el sismo, o qué. Hay como muchos “Sanjuanes”.