Se trata del gasoducto del Pacífico, de unos 600 kilómetros de extensión, que conecta la zona transandina de Neuquén con la región del Biobío. El atractivo es que permite vincular a Chile con el cada vez más promisorio yacimiento argentino de Vaca Muerta.
(Diario Financiero) Es un hecho. Las distintas piezas se están reacomodando con miras a reactivar los intercambios comerciales de gas natural entre Chile y Argentina, una llave que se cerró definitivamente hace una década.
A las negociaciones que los gobiernos de ambos países iniciaron hace unos días para perfeccionar el protocolo que regula las exportaciones de este hidrocarburo, se suman las tratativas entre empresas que a ambos lados de la cordillera proyectan contar con este combustible. Ahora, se añade un tercer elemento: la primera inversión en la infraestructura de transporte que conecta a Chile y Argentina, la que a este lado de Los Andes permanece subutilizada.
Se trata del gasoducto del Pacífico, ducto de unos 600 kilómetros de extensión, que conecta la zona transandina de Neuquén con la región del Biobío. El atractivo es que permite conectar a Chile con el cada vez más promisorio yacimiento argentino de Vaca Muerta, donde las petroleras están ejecutando millonarias inversiones para dinamizar una industria agonizante hasta hace un par de años.
Los propietarios de esta instalación, Gas Natural Fenosa (GNF), la Empresa Nacional del Petróleo (Enap)y Trigas, uno de los accionistas de Lipigas, están ejecutando un proyecto que permitirá casi duplicar la capacidad de transporte del ducto, por el momento hacia la zona de Buenos Aires.
El proyecto que involucra una inversión de US$ 50 millones, permitirá elevar de 7,5 millones de metros cúbicos diarios (mm m3/d) a 12,5 mm m3/d la inyección del combustible, mediante la instalación de un nuevo compresor, precisamente, en la zona en que el gasoducto se bifurca hacia la capital transandina y el Biobío.
Conocedores del proyecto explican que en el caso de que las tratativas entre Chile y Argentina se traduzcan en un mayor uso del ducto, que actualmente está subutilizado en su capacidad de casi 10 mm m3/d, esta ampliación serviría para incrementar las inyecciones hacia Chile, mientras que por el momento, la capacidad fue contratada en partes iguales por YPF y ExxonMobil para abastecer consumos en Argentina, que desde 2004, cuando comenzó la crisis en los envíos hacia Chile, ha sido el principal uso que ha tenido esta instalación binacional.
Las estimaciones apuntan a que las reservas de Vaca Muerta permitirán cubrir sobradamente los consumos argentinos de gas natural, en particular en el área de Buenos Aires, y generar excedentes para ser enviados hacia Chile, ya sea en la modalidad de Swap (que luego sean reintegrados a través de los otros seis gasoductos que conectan a los dos países) o bien a partir de intercambios comerciales como los que por estos días negocian diversas empresas locales.
Una de ellas es El Campesino, el proyecto de generación ligado a la francesa EDF y la chilena AME, que estaría en contacto con distintas petroleras en Argentina para acceder a volúmenes de gas para abastecer a este complejo, como una alternativa al terminal de regasificación Penco-Lirquén, que impulsan en Biobío.
Trascendió que las proyecciones apuntan a que la empresa podría acceder a abastecimiento durante al menos ocho de los doce meses del año, lo que estaría en línea con las necesidades de su proyecto.
Nuevo protocolo se conocería en agosto
El acuerdo de complementación económica del protocolo gasífero que Chile y Argentina firmaron a fines de abril, durante la visita oficial del Presidente Sebastián Piñera a ese país, fija un plazo de 120 días -que expira a fines de agosto- para que ambos gobiernos adecuen o desarrollen las normativas internas necesarias o adopten las medidas para restablecer las exportaciones de gas natural y electricidad, sin necesidad de reintegro, lo que implica perfeccionar el acuerdo de swap actualmente vigente.
Con este mismo plazo funcionará una mesa de trabajo que ambos países establecerán. El documento suscrito por los gobiernos establece, además, que los intercambios internacionales estarán condicionados a que no se afecte el abastecimiento interno de ambos países, ni la seguridad de los sistemas.
Transantiago: industria del gas natural no se da por vencida
Tras ser relegada a un rol mínimo en la fallida licitación del sistema de transporte capitalino, la industria del gas natural no se da por vencida y busca hacerse un espacio más relevante en la próxima licitación del Transantiago.
Para ello, representantes de la Asociación de Gas Natural, que en un esquema reforzado agrupa a distribuidoras, comercializadores y empresas de tratamiento y almacenaje de este combustible, desplegó una serie de contactos con las autoridades de Transportes.
Los directivos de la entidad gremial se reunieron con la titular de la cartera, Gloria Hutt, y con el nuevo titular de la Dirección de Transporte Público Metropolitano (DTPM) a quienes habrían entregado una minuta que contiene los atributos de los buses que usan gas natural como combustible.
En el diseño del concurso que fue declarado desierto por las nuevas autoridades se establecía un cupo de 15 buses por cada operador para máquinas con atributos especiales, como el poseer bajas emisiones. En el caso de la electricidad, se fijaba la obligación de incorporar hasta 90 unidades de cero emisión como esas.